Fuerzas, te esfuerzas, niegas, reniegas, pero al final llegas al sitio que creíste haber llegado. Lo cierto es que algo está en el aire y se viene mezclando y anclando.
Ese algo son las ganas y las canas de las armas del estado que has creado con dicho entramado.
Volverán y volverás en repetidas ocasiones a preguntar lo que sucede, pero nadie sabrá qué decirte ni qué hacer para compalcerte, solo te verás observando tu memoria y pulsando un reinicio de resquicio moral.
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